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martes, 28 de mayo de 2013
martes, 21 de mayo de 2013
El docente y su autoevaluación en el ejercicio profesional
La tradición
educativa general ha enfocado la evaluación sobre el discente. Éste ha sido el
objeto preferente (y aún exclusivo) de atención durante siglos. En las últimas
décadas este enfoque tradicional ha dado paso a la consideración del proceso de
enseñanza-aprendizaje como un sistema global cuyos elementos constituyentes
(docente, discente y contexto) influyen poderosamente entre sí, por lo que la
mejora de cualquiera de ellos contribuye a la mejora del proceso general. Este
nuevo enfoque ha permitido concebir al docente (y también al contexto o
situación de aprendizaje) como objeto de evaluación.
Esta
consideración de los docentes como objetos de evaluación se ha plasmado en
numerosas ocasiones en procedimientos de hatero evaluación de
aquellas llevadas a cabo por sus alumnos. Muchas de estas apreciaciones se han
centrado en los resultados de la actuación de los profesores. En pocas
ocasiones se ha intentado un proceso de evaluación procesal de
la acción docente, que permita la mejora de ésta a lo largo del proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Dado que la
acción didáctica es un ejercicio profesional, la evaluación de su desarrollo
(no la de sus productos) debe realizarse con criterios técnicos. Un
buen procedimiento para la mejora (evaluación formativa) de la
acción docente es la auto evaluación sistemática. Primero porque es el profesor
el primer interesado en la mejora de su trabajo, después porque es el que mejor
conoce las particularidades de su actuación en el proceso de
enseñanza-aprendizaje en el que participa.
Como
contribución a esta idea incluimos una escala de auto evaluación de
la actividad docente, centrada en los procedimientos más idóneos para realizar
las tutorías colectivas. La
escala trata de ayudar a apreciar (en términos de frecuencias en las conductas
descritas) el grado de realización de determinadas rutinas profesionales
necesarias para llevar a cabo adecuadamente las tutoras colectivas.
Las
mencionadas rutinas se refieren a la planificación de la unidad
didáctica, las actividades de inicio de la sesión de
tutoría colectiva, la presentación de los contenidos, la comprobación de la comprensión de
los contenidos, las actuaciones que permitan la mejora del auto
concepto entre los alumnos y las actividades de evaluación.
La formación permanente del docente.
El
empleo del término formación lleva implícito su consideración englobando tanto
la formación de base o inicial como la llevada a cabo a lo largo de la
actividad profesional, lo que los autores identifican como formación
permanente.
No
obstante, hemos de reconocer que estos dos momentos van íntimamente unidos y
más aún en el caso que nos ocupa de la formación del profesorado.
Así
pues, desde este enfoque de globalidad, entendemos que la formación del
profesorado debe venir caracterizada por las siguientes notas:
-
Contemplar la diversidad de intereses y necesidades.
-
Ha de ser flexible.
-
Diversificada, para atender a diferentes colectivos.
-
Vinculada a la práctica.
-
Adaptada a los constantes cambios.
-
Equilibrada entre los contenidos y el componente didáctico.
-
Multiplicidad de ofertas.
-
Pluralidad de estrategias.
La
importancia de la formación del profesor se refleja en la propia
LOGSE
que en su Art. 56.2 señala "La formación permanente constituye un derecho
y una obligación de todo el profesorado y una responsabilidad de las
administraciones Educativas y de los propios centros. Periódicamente, el
profesorado deberá realizar actividades de actualización científica, didáctica
y profesional en los centros docentes, en instituciones formativas específicas,
en las universidades y, en el caso del profesor de formación profesional,
también en las empresas".
En
este sentido, la formación permanente del profesor puede considerarse como un
subsistema específico, dirigido al perfeccionamiento profesional en su tarea
docente, con el fin de que sea capaz de asumir los cambios científicos y
sociales. Para Imbernón (1994:13) supondrá "la actualización científica,
psicopedagógica y cultural complementaria y, a la vez, de profundización de la
formación inicial, con la finalidad de perfeccionar su actividad
profesional".
El docente y su desarrollo profesional y personal
El estudio del desarrollo profesional y personal de los docentes (en adelante, DPPD) hace referencia a un ámbito muy relacionado con su conocimiento y su comunicación educativas que, aunque pueda ser no bien percibido por los estudiantes en su fase de formación inicial, incluye aspectos que ocuparán un primer plano en su esfera de intereses durante todo su ejercicio profesional. Desde la perspectiva de la evaluación del profesorado, D.L. Duke, y R.J. Stiggins (1997, p. 166) distinguen dos grandes ámbitos de intenciones y actuación docentes estrechamente relacionados: la competencia didáctica y el desarrollo profesional.
“El
maestro “no piensa sólo con la cabeza”, sino “con la vida”, con lo que ha sido,
con lo que ha vivido, con lo que ha acumulado en términos de experiencia vital,
en términos de bagaje de certezas. En suma, piensa a partir de su historia
vital, no sólo intelectual, en el sentido riguroso del término, sino también
emocional afectiva, personal e interpersonal”.
miércoles, 15 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
Características de la cultura de una escuela efectiva
1.
Liderazgo profesional:
* Firme y dirigido.
*
Enfoque participativo
*
Profesionista sobresaliente
2.
Visión y objetivos compartidos:
* Unidad de propósito
*
Consistencia en la práctica
*
Colaboración y trabajo colegiado
3.
Ambiente de aprendizaje:
* Atmósfera ordenada
*
Ambiente de trabajo atractivo
4.
La enseñanza y el aprendizaje
* Optimizar el tiempo de aprendizaje
como
centro de la actividad escolar:
* Énfasis académico
*
Enfoque en el aprovechamiento
5.
Enseñanza con propósito:
* Organización eficiente
*
Claridad de propósitos
*
Práctica adaptable
6.
Expectativas elevadas:
* Expectativas globales elevadas
*
Comunicación de expectativas
*
Desafío intelectual
7.
Reforzamiento Positivo:
* Disciplina clara y justa
*
Retroalimentación
8.
Seguimiento de avances:
* Seguimiento de desempeño del alumno
*
Evaluación del funcionamiento de la escuela
9.
Derechos y responsabilidades:
* Elevar la autoestima del alumno
Alumnos
* Posiciones de responsabilidad
*
Control del trabajo.
10.
Colaboración hogar – escuela:
* Participación de los padres en el aprendizaje de
sus
hijos
11.
Una organización para el aprendizaje:
* Formación y actualización del personal
académico
basadas en la escuela.
domingo, 12 de mayo de 2013
La cultura, su incidencia en el pensamiento y en el quehacer docente
La
cultura del pensamiento docente se sostiene en teorías cognitivas-
constructivistas, y entre sus conceptos centrales se halla el de
"Educación para la comprensión".
En
el mundo actual se manifiesta una serie de transformaciones socioculturales,
políticas, económicas y tecnológicas que marcan la entrada de un tipo de
sociedad y de cultura que deja atrás muchos de los supuestos de la modernidad.
El análisis y reflexión del mundo actual necesita configurar situaciones de
enseñanza y programas educativos culturales (presenciales o virtuales) que
desarrollen analistas simbólicos con espíritu experimental, autónomo y
confiable. Promover una cultura del pensamiento es producir un "
pensamiento visible".
La
" visualización del pensamiento" se refiere a cualquier tipo de
representación observable que documente en cualquier soporte, y apoye el
desarrollo de ideas, preguntas, razones y reflexiones de una persona o grupo.
Esta es una poderosa herramienta de conocimiento que permite que los estudiantes
se expresen a través de diversos medios.
De
este modo, se deberían configurar diferentes hábitos para una cultura de
pensamiento, desarrollador de una comprensión profunda.
Los
mismos se hallan en :
El
aprendizaje para usar todo tipo de herramientas ( Vigostky) , desde los
soportes convencionales , los buscadores de Internet , hasta las
manifestaciones artísticas;
Relacionar
la resolución de problemas con un entendimiento del mundo del Arte, conducentes
a perseverar en las áreas creadoras, en interacción con otros artistas , dentro
de una sociedad global.
Expresar
sentimientos frente y como interpretación de obras creativas. Observar para
descubrir lo que en general, no es visto.
Explorar
mas allá de las capacidades y de un plan preconcebido
Explicar,
cuestionar y evaluar el trabajo propio y
de otros,- en relación a los parámetros de cada área-, para aprender de los
errores.
Comenzar
a pensar en términos de Cultura del Pensamiento nos conduce a pensar nuevas
estrategias de enseñanza tales que les ofrezcan a los alumnos la posibilidad de
aprender y pensar. Repensar la evaluación forma parte de ello. La misma debe
dejar de estar ubicada al final, debe estar presente y acompañar todo el
proceso de aprendizaje, y por lo tanto debe integrarse a las experiencias
áulicas de los alumnos. Desde la cultura del pensamiento la evaluación cobra
sentido por las posibilidades de retroalimentación que ofrece a los alumnos,
ofreciéndoles diversas "oportunidades de modificar y mejorar su
trabajo"
La
cultura en el quehacer docente:
Comprender
significativamente el concepto de la Cultura Docente (CD) requiere reflexionar
previamente sobre el trasfondo social de la escuela, es decir, visualizar a
ésta como un núcleo de relaciones sociales muy diversas, en cuyo interior se
van creando, al paso del tiempo, formas y sistemas de relación diferenciada
entre sus miembros, distintos campos comunicativos, grupos con intereses
comunes, jerarquías no formalizadas, etc. Todo lo anterior compone aquello que conocemos como cultura escolar.
El
quehacer docente es una necesidad constante que debe realizar toda persona que
directa o indirectamente se encuentre vinculada con ésta; desde luego, que los
más obligados a ello serían los propios docentes y las autoridades académicas.
La
cultura en el quehacer docente está llena de simbolismos y códigos y constituye
un micro universo social; en éste se ven reflejados los rasgos esenciales de la
comunidad donde la institución se asienta y toda la herencia cultural del
entorno, incluso las creencias, los usos, las costumbres y las preconcepciones
que se tienen en torno a los roles que corresponden a cada quien dentro de la
organización.
El
trasfondo cultural de las organizaciones se explica, desde luego, por la
omnipresencia de la cultura, fenómeno que ha ocupado la atención de los grandes
pensadores de occidente, entre ellos Ortega y Gasset (cit. por Del Valle,
2007).
La funcion docente en los sectores sociales.
La
ciencia sustituye a la Teología y para la consecución de los objetivos en la
educación de las clases sociales surgirán las diversas escuelas: escuela
elemental: municipal (pública), particular (privada), Pías, Lasalianas, de
educación femenina; escuela de gramática: municipal, jesuita, de preceptor
privado (particular).
• Escuela Municipal. Gobernar el reloj,
estar presente con los muchachos y cerca de ellos, mostrarles crianza y que
estén en la Iglesia con la decencia, temor y crianza que es razón, forman parte
del compromiso del maestro con el municipio.
• Escuelas particulares. Gran parte de las
escuelas estaban gobernadas por maestros, a veces sin título, en lugares
insanos y acogiendo a los niños de la clase popular baja. A aliviar esta
situación acudirá la Iglesia a través de sus escuelas parroquiales.
• Escuelas Pías (Calasancias). La escuela
Calasacia puede considerarse como el modelo primigenio de la organización de la
enseñanza primaria. Nos interesa resaltar la perfecta organización de los distintos
grados de la misma.
En
3 clases se divide la Escuela Primaria: de leer, de escribir y de ábaco (en la
que se enseban las cuatro operaciones y aritmética comercial).
• Escuela Lasaliana. El pionero en este
tipo de escuelas fue San Juan Bautista de la Salle. Se distinguen dos grados de
enseñanza gratuita y obligatoria.
• Escuelas de Educación Femenina. Para la
educación de la nobleza femenina surge la enseñanza particular, para la clase
media existían las escuelas de los conventos, y para la clase popular baja se
crean algunos colegios bajo el mecenazgo nobiliario y a veces real.
• Municipales. Se exigía la edad de 14
años para iniciar los estudios y a los maestros se les exigía tener 22 años, el
bachiller y ser maestro en Artes. A los estudiantes los dividían en “menores”,
“medianos” y “mayores” y a cada grupo se le enseñaba unos contenidos.
• Jesuitas. Anotados ya con anterioridad
los métodos y procedimientos de la pedagogía jesuita, algunos textos y autores
utilizados en el siglo XVII en los colegios jesuitas son los siguientes: el
Padre Álvarez, Nebrija, Virgilio y Horacio.
• De preceptor privado. Era frecuente para
la burguesía comercial. La edad de los alumnos va desde los 7-10 años a 15-16.
En el primer caso aprenden a leer, escribir, hacer cuentas y cálculo. En el
segundo caso se les enseña Gramática, Historia y se les inspira “el espíritu
del mundo”.
martes, 7 de mayo de 2013
Profesión Docente
De conformidad con lo establecido en el artículo
2 del decreto ley 2277 de 1979, las personas que ejercen la profesión docente
se denominan jerárquicamente educadores.
Se entiende por profesión docente el
ejercicio de la enseñanza en planteles oficiales de educación en el destino
niveles, igualmente incluye esta definición a los docente que ejercen funciones
de dirección y coordinación de los planteles educativos, de educación especial,
de educación de adultos y demás actividades de educación formal autoriza por
el ministerio de educación nacional, en los términos que determine el
reglamento ejecutivo.
Hoy día se considera que los profesores pueden ser
verdaderos agentes sociales, planificadores y gestores de la enseñanza
aprendiza y enseñando a aprender, y que puedan intervenir en los complejos del
sistema que conforman la estructura social.
Para logro de una acción docente que permite
los factores de cambio el desarrollo de
un nuevo docente que realice funciones
y competencia al mejoramiento de la enseñanza aprendizaje; es necesario que
exista un desarrollo profesional y formación profesional que permita practicar técnicas
como: aprender a aprender; una evaluación formativa, un docente practico reflexivo,
crítico e investigador, y que realmente cambie los paradigmas rutinario que se
han venido practicando.
Concepto de Profesión
Las profesiones son ocupaciones que requieren de conocimiento especializado, formación profesional (capacitación educativa de diferente nivel -básica, media o superior- según cada caso), control sobre el contenido del trabajo, autorregulación (organización propia mediante colegios profesionales, sindicatos o gremios), espíritu de servicio a la comunidad (altruismo), y elevadas normas éticas (deontología profesional).
Una profesión es una actividad especializada del trabajo dentro de la sociedad. A quien la ejerce se le denomina profesional.
La naturaleza de la ocupación y la forma de ejercerla que tiene cada profesional es el desempeño de la práctica profesional. La disciplina profesional se preocupa del desarrollo del conocimiento, enriqueciendo la profesión y profundizando el sustento teórico de la práctica.
El concepto de "profesión" se opone al de "afición", y el de "profesional" al de "aficionado".
Este es el grupo uno de cultura profesional del docente que está compuesto por:
Rohandy Hernandez, Cruz Marina Vasquez, Yahayra Feliz, Josefina Amparo y Johana Poche.
En este BLOG estaremos trabajando, con lo que es la cultura profesional del docente sus característica, su función, y sus modalidades.
Para cada unos de nosotros es un placer, unirnos a esta web y compartir lo que hemos aprendidos con cada unos de ustedes.
Le agradecemos la visita a nuestro blog
Muchas gracias!!!!
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